Hoy,
en otro planeta,
nos quedamos en la cama hasta tarde
sin desayunar,
haciéndonos el amor
una y otra vez,
con cuerpos sudados
y estómagos vacíos…
Hoy,
en otro mundo,
pasamos el día en el museo
donde tú, coqueta,
te dejaste fotografiar al lado
de todas las esculturas…
y a veces, estando solos,
mostrando para la cámara
un poco más
de lo decente y lo normal.
Hoy,
en otra dimensión,
pasamos a comer
a ese puesto
de antojitos que tanto te gusta
y espantamos el frío
con café de olla
y besos en la calle.
Hoy,
en un universo paralelo,
mientras yo intentaba hilar
un par de renglones
te sentaste en mis piernas,
cerraste la laptop
y antes de besarme
me confesaste
otra vez
que me amas.
En este planeta, en este mundo, en esta dimensión, en este universo y en esta vida…
En éstos… no.
Aquí te has ido y ha sido para siempre.
Y en esta dimensión, eso ha sido lo mejor para ambos, aunque a veces nos cueste tanto, tanto, entenderlo.
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