Amándonos

Avanzo lentamente por su piel,
desnudándola despacio…

Con los ojos cerrados,
ella se va dejando hacer
y se abandona a mis actos.

Voy colocando besos y caricias
en cada palmo descubierto
y ella salta a veces, o se estremece
de placer, de excitación o de sorpresa.

La encuentro húmeda
cuando deslizo mis dedos entre sus piernas.
Sus labios brillan y están hinchados
y a mi me encanta beber toda su miel.

Gime, invocando mi nombre, empujando mi cabeza.

Vamos hilvanando hechizos
bajo la luz de la luna…

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