Todos en esta vida
tenemos amores buenos
y amores malos.
Si ya tuviste un amor malo,
déjalo atrás.
No le des más vueltas
ni más vida.
Entiérralo bien profundo
y no lo visites más.
Pero si has tenido un amor bueno,
siémbralo y cultívalo.
Riégalo todos los días.
Tómale fotos,
hazle un millón de recuerdos.
Platícalo con los amigos,
festéjalo,
publícalo por todo lo alto
y trabájalo todos los días.
Haz todos tus esfuerzos
para que se quede siempre contigo.
Alguien dijo una vez
que la tierra es de quien la trabaja.
El amor también.
El amor es de quien se cultiva
y cultiva cada día el amor que Dios le ha dado
para que crezca cada día
más fuerte, más grande y más hermoso.
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