En el fuego de nuestra relación
como leña, nos fuimos consumiendo,
pero yo no sabía que tu pasión
de a poco se iba resistiendo.
Yo ardí rápidamente
pleno de confianza,
y tú ardiste lentamente
con mucha desconfianza.
Lo dí todo y sin reproches
Y tú diste casi nada;
no te conocí derroches.
Al final te fuiste
confiada y tranquila.
Yo me quede triste,
y tú andabas de huila.
Ni me quejo, ni te miento,
lo que tengo, lo gané
por poner mi sentimiento
en todo lo que te amé.
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