Ya no estoy para entregar un amor incondicional
de esos, de telenovela, que dan todo;
que sacrifican todo,
por nada.
Ya no estoy para reparar personas rotas,
ni busco que nadie me repare.
Doy en la medida en que me dan.
Todavía soy capaz de amar, y mucho.
Pero voy soltando conforme me van dando.
Si me llaman, llamo.
Si me procuran, procuro.
Si me cuidan, cuido.
Evito las personas con poco interés.
Ya no juego juegos tontos
ni intento leerle la mente a nadie.
Estoy para amar, y mucho,
siempre que me amen, y bien.
Si quieres mi corazón entero,
vamos dándonos uno al otro
a cachitos
y a ver hasta dónde llegamos.
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