Reconoció mi alma a la tuya
apenas nuestros labios se tocaron…
Venían, nuestras almas,
de vivir aventuras
y desventuras
juntos
en otras vidas,
en otros mundos.
Y ya estaba mi espíritu
enamorado del tuyo
desde eras anteriores.
Y los ingenuos dijeron
que había sido
un “amor a primera vista”.
Pero lo nuestro fue
un amor recordado y recuperado
desde edades ancestrales.
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