En el fuego de la noche

En el fuego de nuestra relación
como leña, nos fuimos consumiendo,
pero yo no sabía que tu pasión
de a poco se iba resistiendo.

Yo ardí rápidamente
pleno de confianza,
y tú ardiste lentamente
con mucha desconfianza.

Lo dí todo y sin reproches
Y tú diste casi nada;
no te conocí derroches.

Al final te fuiste
confiada y tranquila.
Yo me quede triste,
y tú andabas de huila.

Ni me quejo, ni te miento,
lo que tengo, lo gané
por poner mi sentimiento
en todo lo que te amé.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Un blog de poesía romántica y erótica